Red Asturiana de Centros Sanitarios Sin Humo.

La Red Asturiana de Centros Sanitarios sin Humos forma parte de la "Global Network for Tobacco free Health Care Services". Los Centros de Asturias que forman parte son: Hospital Universitario Central de Asturias, Hospital "San Agustín" de Avilés, Hospital "Carmen y Severo Ochoa" de Cangas del Narcea y Hospital de Jarrio.

lunes, 2 de julio de 2012

La Red Asturiana de Hospitales Libres de Humo es miembro de la ENSH.




La Red Asturiana de Hospitales Libres de Humo fue certificado  como miembro coporativo de la Global Network for Tobacco Free Health Care Services en 2012.

Cuatro Hospitales del Servicio de Salud del Principado de Asturias conforman la red asturiana: Hospital Universitario Central de Asturias, Hospital San Agustín de Avilés, Hospital Carmen y Severo Ochoa de Cangas del Narcea y Hospital de Jarrio.

La participación en la Red Europea de Hospitales Sin Humos, y la afiliación a la misma, implica el compromiso de establecer una uniformidad en las políticas de control del tabaco en los hospitales europeos.

Aunque el objetivo a largo plazo es conseguir un entorno totalmente sin humos en el ámbito del hospital, la Red Europea se propone respaldar la adopción de un planteamiento comprometido, realista y gradual.

La Red Europea ha adoptado la siguiente definición de hospital. Los hospitales se definen como "instituciones que poseen instalaciones/centros sanitarios específicos, albergan a profesionales de la salud y ofrecen servicios sanitarios para la promoción de la salud, la prevención y el tratamiento de la enfermedad y la mala salud".

Sobre los Hospitales recaen importantes obligaciones en el esfuerzo por reducir el consumo de tabaco y sus efectos nocivos sobre la salud. Entre dichas obligaciones figura no sólo la de ofrecer un ambiente sin humos para proteger a los no fumadores sino también apoyar activamente a los fumadores en un proceso de dejar el tabaco. Es necesario que incumba a todos, tanto a pacientes como a todas las categorías del personal.

Los hospitales tienen las siguientes responsabilidades: ofrecer asistencia, prevención, investigación y formación. Entre dichas responsabilidades deben figurar las políticas de control del tabaco.

La implantación con resultados satisfactorios de una políticas de control del tabaco depende de la toma de decisiones, claramente definidas en los ámbitos político y presupuestario, de unos completos procesos de información y formación, de la participación de todo el personal sin olvidar, claro está, a los fumadores; y del establecimiento de un procedimiento de evaluación a largo plazo. Cuanto mayor sea la participación, menor la necesidad de coerción. Es importante que la política y las acciones del hospital sean acordes con las actividades de prevención del tabaquismo en otros servicios sanitarios y en la comunidad en su conjunto.

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